Los padres en el proceso de formación de la
personalidad (Parte 2)
Es la
tónica general rehusar posibles ayudas externas que se nos ofrecen desde fuera
de la familia. Muchos padres opinan que son ellos quienes tienen que resolver
sus propios problemas, o son incapaces de admitir que los tienen, por miedo a
que les califiquen de “malos” padres. Si bien es cierto que la situación
conflictiva familiar sólo puede resolverse en la medida en que los miembros
pongan de su parte, tenemos que convencernos de que ese esfuerzo será menor y
más efectivo si está dirigido por un profesional. Tenemos nuestras propias
limitaciones admitiendo que podemos necesitar ayuda externa o que al menos esta
puede complementar nuestra formación.
Realizar
algunos cursos en la escuela de padres puede ayudarnos a resolver muchas dudas,
a percibir claramente los cambios evolutivos de nuestros hijos y así poder
orientarles a partir de ese conocimiento.
Los padres
y los educadores debemos ser necesariamente personas de esperanza. Nuestra tarea
es sembrar con amor y confianza, desde la ciencia, pero sobre todo saber
esperar a que, poco a poco, aparezcan los frutos de esa siembra educativa.(Extracto del libro "Educar hoy", Bernabé Tierno, Ed. Planeta Deagostini, Barcelona 1995)