Estamos, sin duda, ante un cambio epocal en el cual nuestra sociedad, las familias(padres e hijos) experimentan grandes y profundos cambios. Es imperioso entonces, como jóvenes, y como pensadores de un futuro inmediato, animarnos a reflexionar en torno a la figura y a la importancia de la educación de nuestros hijos. La discusión eterna entre si los padres o la escuela influyen, unos u otra, más en nuestros hijos habrá que dejarla de lado, junto con nuestros prejuicios, si queremos sumergirnos en un debate serio y auténtico.
Comenzaremos nuestra reflexión intentando abarcar algunos problemas frente a los cuales se enfrentan padres y educadores:
-Problemas en la vida y en los vínculos familiares.
-Pérdida de autoridad por parte de los padres.
-Distanciamiento de los padres por su asfixiante vida laboral.
-Pérdida de autoridad por parte de los docentes.
-La formación integral ya no se le puede pedir a la escuela(modelo que va perdiendo su vigencia)
-Factores externos(es decir en la calle) que dispersan, llenan de ansiedad y angustia a nuestros hijos: como son la droga, el alcohol, la pornografía, el sexo, el libertinaje y TODO que se muestra en nuestra sociedad de hoy.
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